UC - Críticas
| Países: Noruega, Reino Unido, Dinamarca y Alemania. Año: 2012. Duración: 111 min. Género: Aventuras.
Dirección: Joachim Rønning y Espen Sandberg. Guion: Petter Skavlan. Producción: Aage Aaberge y Jeremy Thomas. Música: Johan Söderqvist. Fotografía: Geir Hartly Andreassen. Montaje: Per-Erik Eriksen y Martin Stoltz. Diseño de producción: Karl Júlíusson. Vestuario: Louize Nissen. Distribuidora: A Contracorriente Films.
Estreno en España: 27 Septiembre 2013. Calificación por edades: No recomendada para menores de 7 años. |
Interpretación: Pål Sverre Hagen (Thor Heyerdahl), Anders Baasmo Christiansen (Herman Watzinger), Gustaf Skarsgård (Bengt), Odd Magnus Williamson (Erik), Tobias Santelmann (Knut), Jakob Oftebro, Agnes Kittelsen (Liv). |
LA VIDA DE THOR
“Kon-Tiki” fue el nombre de la balsa utilizada por el explorador noruego Thor Heyerdahl en su expedición de 1947 por el océano Pacífico desde Sudamérica hasta la Polinesia y es también el título de este film de aventuras escandinavo que representó a Noruega en la edición de 2012 de los Oscars como mejor film de habla no inglesa, perdiendo ante la contundencia dramática del "Amor" de Haneke. Por tanto, se basa en hechos verídicos, representando la epopeya vivida en el océano por unos idealistas investigadores que asombraron al mundo y que grabaron un documental de su hazaña (que ganó el Oscar al mejor documental de 1951).
SINOPSIS: La película “Kon-Tiki” nos sitúa en 1947, cuando el mundo se sorprendió por el entusiasmo del joven antropólogo y aventurero noruego Thor Heyerdahl, quien emprendió una expedición asombrosa y peligrosa: un viaje de 8.000 kilómetros a través del océano Pacífico a bordo de la balsa Kon-Tiki.
El resultado en la pantalla de "Kon-Tiki" es interesante, pero menos apasionante que los hechos que se narran, tal vez perjudicada por la frialdad característica de la cinematografía de donde proviene, mucho menos dada al espectáculo que, por ejemplo, la estadounidense. El film entretiene y mantiene nuestra atención, pero carece del ritmo y la emoción necesarias para cautivarnos por completo, consiguiéndolo tan sólo en determinadas secuencias como la del ataque del tiburón o la llegada a los arrecifes en la cresta de las olas, momentos que funcionan que se combinan con algunos inesperados tiempos muertos o de baja intensidad dramática.
Eso sí, el tratamiento visual del film está muy cuidado y es una gozada visionar el film en pantalla grande.
El reparto realiza un trabajo correcto, dando forma a unos personajes en los que no se profundiza lo suficiente, más allá de la exacerbada confianza en sí mismo del protagonista convertida en obsesión incansable (que también podría pasar por un insoportable egocentrismo) y las dudas razonables (aderezadas con algo de pánico) en alguno de sus compañeros de aventura. Un film recomendable para los que gusten de hazañas que veneren la superación del hombre ante las adversidades de la vida, pero que resulta más interesante en lo que cuenta que en como lo cuenta.
